martes, julio 11, 2006

La casa del lago...

Las cosas bellas pueden inspirar muchas sensaciones, mismas que pueden representarse de diversas maneras, y la belleza puede ser tan diferente, según el ojo que la aprecie, y lo que encierre la mente tras ese ojo...

Un interesante cuadro nos muestra una casa de vidrio, transparente, bella, rodeada de un hermoso paisaje natural, tan cerca, y tan lejos, parecería una contradicción, pero realmente es la expresión de una especie de balance, lo natural con lo urbano, el interior con el exterior, el alma y los sentimientos...

Una metafora, tal vez, pero me parece muy clara...

La casa de vidrio, transparente, que permite ver lo que se encuentra dentro, que pareciera frágil al ser de cristal, pero que es lo suficientemente fuerte para mantenerse sobre un lago, y que está conectada con el exterior (la realidad) por medio de un puente.

Un lago, un cúmulo de sentimientos que rodean y simientan al alma, conjunto inmenso de agua que puede estar en calma o presentar turbulencias, donde puedes flotar felizmente o te puedes ahogar.

El hermoso paisaje, el conjunto que conforma tu ser y complementa a tu alma.

El puente, la forma de comunicarse con el exterior.

Y un buzón, la única manera de contactar al complemento de todo este cuadro, de tu ser...